La judoca azerbaiyana Shahana Hajiyeva, ganadora de la medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, fue sancionada con una descalificación de por vida tras una revisión médica que determinó que no presenta la discapacidad visual necesaria para competir en su categoría.

La decisión fue tomada por la Comisión Médica Internacional luego de un control realizado recientemente en el marco del Mundial de judo, donde Hajiyeva era una de las principales favoritas.

La reevaluación médica concluyó que su capacidad visual es óptima, lo que derivó en su inmediata exclusión.

 

Hajiyeva había sido considerada una de las mejores atletas paralímpicas de su especialidad, y también representó a Azerbaiyán en los Juegos de París 2024. Sin embargo, el cambio reciente en las categorías de clasificación —de B1, B2 y B3 a J1 y J2— generó nuevas evaluaciones que dejaron fuera a deportistas cuyas afecciones ya no encajan en los requisitos establecidos.

Este caso recuerda al escándalo del equipo de básquet paralímpico español en Sídney 2000, donde solo dos de los doce jugadores tenían discapacidad intelectual.

Si bien no hay pruebas concluyentes de que Hajiyeva haya fingido su condición, la decisión ya fue tomada y marca un precedente en el deporte adaptado.