Una avioneta planea sobre la zona oeste de Rosario a baja altura. Es el mediodía del viernes 9 de agosto de 2024, algunos testigos de su vuelo rasante presienten la tragedia y prenden sus celulares. Apuntan para captar el momento exacto en que un Cessna 152 impacta contra la planta industrial de Air Liquide, ubicada en Presidente Perón al 7600, de manera controlada contra el sector de carga de tubos de oxígeno. “La aeronave resulta destruida y el piloto fallecido”, indicaría días después la pericia de la Junta de Seguridad en el Transporte sobre el resultado de la maniobra, que de no haber concluido contra una columna de hormigón, podría haber provocado la explosión de varias manzanas a la redonda. ¿Por qué Juan Manuel Medina decidió terminar su vida ahí?

Jua Manuel Medina era ploto de avión.

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) cerró la investigación del hecho como un suicidio tras determinar que hubo voluntad de parte del piloto de estrellar la nave que acababa de sacar del aeroclub de Alvear del que era socio. Sin embargo, quedan muchas preguntas flotando sobre el hecho más contundente y extraordinario de los últimos años en Rosario, una escena sin precedentes locales ni internacionales, que, a pesar de su espectacularidad, se ensombrece en medio de rumores y silencios de quienes podrían explicarlo. Rosario3 buscó conocer la estela que dejó Juan Manuel: quién era, qué hubo detrás de esta decisión y cuáles fueron sus consecuencias.

Juan Manuel Medina tenía 46 años al momento de suicidarse. A los pocos minutos de que aplastara el avión contra la empresa que le había dado trabajo por 14 años y lo había echado cuatro meses antes, la conmoción y el estupor se extendían por toda la ciudad y a medida que se multiplicaban los videos registrados del impacto, sonaba con fuerza su nombre, que había sido empleado de la firma y que era piloto aeronáutico. Horas después, trascendió la foto de su licencia y la imagen que había colgado en su estado de Whatsapp a las 9.39: el hongo que provoca una bomba al explotar. Luego, a las 11.24, él pilotando la nave, con una leyenda: “A los grandes mentirosos”. 

A las 9.39 de la mañana, el piloto publicó en su estado de WhatsApp la imagen de la explosión nuclear.

En el marco de la investigación judicial, los familiares itieron que Medina había subido esos dos estados de Whatsapp antes del hecho. Según los comentarios brindados, el primero era referente al bombardeo atómico en Hiroshima y Nagasaki, que casualmente, había ocurrido también un 9 de agosto pero de 1945. Sus parientes señalaron que hablaron en varias oportunidades sobre ese evento histórico y entienden que podría haber sido un posteo en relación con la efeméride y no a un aviso de la tragedia que se podía desencadenar con la caída del avión sobre la planta de Air Liquide. 

A pesar del hermetismo reinante alrededor de Medina (Rosario3 intentó arse con familiares sin obtener respuestas) trascendieron algunas pistas sobre su personalidad, comentarios que se contraponen de manera asombrosa ya que, mientras algunos lo describen como un hombre querido, amistoso y muy lúcido, otros deslizan una personalidad algo esquemática y tajante. Sin embargo, ¿existe una forma de ser que evidencie o presagie un final de este tipo">