En la ciudad de Buenos Aires murió, a los 83 años, el Tula. El hombre al que no se lo puede disociar de su histórico bombo. Carlos Pascual Tula había nacido en Arroyito, en Rosario, el 11 de septiembre de 1940. Era hincha de Central desde la cuna y por herencia de su padre, pero es mayormente conocido por su apasionado fanatismo por la selección argentina.

El 22 de febrero de 2023, el Tula subió al escenario de la gala de la FIFA, en París, donde recibió el premio The Best a la mejor hinchada, en representación de los fanáticos de la selección argentina durante el Mundial ganado en Qatar.

A poco menos de un año de aquel momento, Tula falleció. Estaba internado en el sanatorio Mitre de Buenos Aires. Su estado era muy delicado y en coma inducido. La gravedad del cuadro empujó a que sus familiares pidieran una cadena de oración en pos de su recuperación.

El Tula estuvo presente en 13 mundiales de fútbol como hincha argentino: "Fui el primer bombo en la historia del mundo en 1974. El primer bombo que entró en un campeonato mundial soy yo. Hice reportajes para todo el mundo, salí en todos los diarios más famosos del mundo. Después de cuatro años, en el 78, todo el mundo copió mi bombo, todo el mundo tocaba el bombo. Imaginate el orgullo para mí, pero el primer bombo de la historia del mundo soy yo. El segundo fue Manolo, que murió hace poco pobrecito. Manolo el de España, era famoso", había contado. 

El Tula y Perón

 

El Tula, con el bombo canalla, junto a José Ignacio Rucci, Juan Domingo Perón, Herminio Iglesias y Luis Guerrero.

Durante muchos años, integró una agrupación peronista llamada los “Bombos de Perón” y aseguraba que el mismísimo general le había regalado su instrumento y eterno compañero. 

"Me lo regaló el General Juan Domingo Perón en el año 1971 Yo estaba obsesionado por conocerlo, pero no tenía un peso y se me ocurre pedir ayuda a través de la televisión para ir a España. En una nota dije que quería regalarle el bombo al general Perón en España y que los peronistas y no peronistas debían ayudarme. Debían firmar el bombo y con cada firma, darme algo de plata. Y con esa guita me fui. Viaje en un barco en tercera con el bombo repleto de firmas de hinchas de Central, jugadores, sindicatos…", aseguraba.

El ex presidente Perón estaba exiliado y vivía en España en Puerta de Hierro en Madrid: "Llegue a la casa, golpeé la puerta y me estaban esperando Perón y Rucci (dirigente sindical de la Unión Obrera Metalúrgica). Cuando lo vi al general se me aflojaron las piernas, quedé medio boludo y ahí Rucci le dice a Perón: «Este compañero es de la hinchada de Central, un peronista que hizo muchos sacrificios para conocerlo» Y el General me dice: «Yo tenía mentas suya, m'ijo..»".

Tula continuó la historia: "Me preguntó el General Perón ¿Qué necesitás? Y yo le pedí un bombo nuevo y un pasaje de vuelta a Argentina. Mandó a comprar lo que había pedido y al otro día me trajeron un bombo alemán".