La economía crece, dice el Indec. Los empleos aumentan, afirma el Ministerio de Trabajo. Los salarios le ganan a la inflación, juran desde el gobierno. Los vendedores de los semáforos, esa rara especie que todos ven pero nadie cuenta en las estadísticas, certifican sólo una de esas tres afirmaciones: ellos son cada vez más. En cambio, dicen que los precios de los turrones, alfajores, chocolates y medias que compran para comercializar siguieron en alza pero ya no pueden trasladar toda esa suba a sus clientes porque cayó el consumo. Los economistas le dicen estanflación; ellos: “No hay plata en la calle”.

“Bah, plata hay porque yo veo autos nuevos pero el que tiene no la gasta, la guarda, y el que no tiene solo compra lo justo y necesario”, describe el más viejo de los vendedores que consultó Rosario3.com. Son las mismas personas que hablaron en la nota “Inflación semáforo” publicada hace un año en este medio. ¿Qué les pasó a ellos en este tiempo? ¿Cómo cambiaron su economía y sus estrategias ante la sequía? ¿Qué piensan cuando el verde les da una tregua mínima">