Elisa Carrió presentó el domingo pasado al candidato de su espacio, la Coalición Cívica (CC), para las elecciones de gobernador de Santa Fe. Se trata de Eduardo Maradona, que tendrá a Lucila Lehmann como cabeza de lista para la Legisladora provincial, como candidata a diputada. ¿Quién este hombre con apellido tradicional?

“Me gané la vida en el sector privado, estoy en el rubro de la construcción”, se presentó este martes en o con Radiópolis (Radio 2). Lilita había señalado que es alguien “fuertemente comprometido con las pymes de todo el país”. Y, efectivamente, es así: según contó lleva adelante un movimiento nacional que agrupa a 32 mil pequeñas y medianas empresas del país. “Después de haber recorrido el arco político, lo único que logramos es una palmadita en la espalda y un café y nunca más te atienden el teléfono”, se quejó y aseguró: “Una de las pocas personas que entendió que la salida es a través de de las pymes es Lilita Carrió y Lucila Lehmann, quienes nos dieron un espacio para desarrollar”.

“Me duele la provincia de Santa Fe”, sostuvo y agregó: “Los que nos llevaron a la pobreza son los mismos que están peleando por puestos sin plan de gobierno”. En cambio, de acuerdo a lo que indicó, su espacio sí lo tiene: “Ayer estuvimos 6 horas reunidos y es un equipo maravilloso, con gente que no cobra, profesionales que trabajan e hicieron un plan maravilloso”.

Sobrino nieto del médico Esteban Laureano Maradona, Eduardo sintonizó con su líder política, quien consideró que “hay “complicidades” de dirigentes locales opositores con sectores del narcotráfico y del lavado de dinero”, situación por la cual rompió con el Frente de Frentes. “Eso está a la vista, si un gobernador le balean la casa y hace la denuncia y después la levanta, no hay mucho que cuestionar”, lanzó en referencia al ex gobernador socialista Antonio Bonfatti.

Después, apuntó contra Alejandra Rodenas: “Hay una vicegobernadora que hizo campaña diciendo que era una jueza penal fuerte que metía presos a los narcos y estamos cada vez peor”, manifestó.

“No hay voluntad” de cambio, observó. “Ese es el hartazgo”, concluyó.