Por la fecha 36 de La Liga de España, Barcelona derrotó 2 a 0 a su clásico rival regional, el RCD Espanyol y se coronó campeón, dos jornadas antes de la finalización del certamen. Los goles fueron de Yamal y Fermin.

El conjunto catalán alcanzó 27 triunfos y apenas 5 derrotas para dejar huella en un torneo que durante buena parte de su trayecto estuvo en discusión por las intenciones del Madrid y el Atlético. 

El equipo que dirige el alemán Flick alcanzó los 85 puntos contra los 78 que suma el Real Madrid. La diferencia de 8 unidades con solo 6 en disputa clausuró las chances de los merengues que quedaron en segundo lugar. El tercero fue el Atlético de Madrid de Simeone y la interminable lista de argentinos, que suman 70 y tampoco podrán alcanzar a su clásico rival en el segundo puesto. 

Luego de imponerse 2-0 en el clásico, los Pericos activaron los aspersores para que el Blaugrana, su clásico rival, no se quedara festejando la consagración en La Liga.

Flick revitalizó al Barcelona que parecía sumido en la depresión post-Messi. Al equipo catalán le costaba, ya no ganar títulos, le costaba recuperar su identidad. Hasta que el alemán asumió un año atrás. Le ganó los cinco duelos que disputó contra el Real Madrid, dos de ellos por títulos (Copa del Rey y Supercopa de España) y lo llevó a semifinales de la Champions League. Pero sobre todo le devolvió la identidad.