Se llamaba Ernesto Javier Rodríguez, le decían "Nico", tenía 49 años y fue el subjefe de los Bomberos Voluntarios de Capitán Bermúdez, servicio al que dedicó más de tres décadas, hasta octubre de 2023, que fue sumariado luego de haber sido allanado en una causa judicial. El sábado por la noche, tres pistoleros lo ejecutaron de más de diez balazos en el interior de una vivienda del barrio San Fernando, en Granadero Baigorria. Fue un crimen planificado: los autores habían robado minutos antes un vehículo en la zona noroeste de Rosario, con el que –sin saberlo– dejaron rastros de su paso por la escena del homicidio.

Pasadas las 20 del sábado, tres varones salieron corriendo de la casa ubicada en 21 de Septiembre al 700, a mitad de cuadra, y se subieron a un auto blanco. Según las primeras pericias, Rodríguez intentó correr y terminó ejecutado con al menos dos armas distintas: los peritos hallaron ocho vainas calibre .40 y otras dos de 9 milímetros. Varios proyectiles impactaron contra una pared e incluso destrozaron una pava eléctrica.

El VW Voyage en el que se movieron los autores apareció poco después abandonado en Montevideo al 1200, en el asentamiento Camino Muerto, distante unos cuatro kilómetros. Lo encontró personal de la Policía de Acción Táctica (PAT), en colaboración con el propietario del vehículo, quien había sufrido el robo poco antes, alrededor de las 19, en la zona de Newbery y la colectora de Circunvalación.

Lo que los autores no sabían era que el coche tenía instalado un sistema de rastreo satelital (GPS), que permitió registrar su paso por el lugar del crimen. En el interior del auto, los policías hallaron una pistola Bersa calibre .22.

En voz baja, allegados a la víctima deslizaron una versión que apunta a su entorno más cercano: “Por ser tan bueno, gente muy mala se aprovechó de él. Por amor a una criatura que quería como si fuera su hijo permitió cosas que terminaron con su vida”, dijo uno. Otro agregó: “No vendía droga”.

La casa donde mataron al bombero sumariado tiene denuncias previas que la señalan como presunto punto de venta de estupefacientes. Por eso, el fantasma de un ajuste vinculado al narcomenudeo –un ámbito donde la muerte es moneda corriente– sobrevuela el caso.

Según consta en un acta de allanamiento de 2023, Rodríguez fue identificado en ese domicilio en una ocasión anterior, oportunidad en la que se le secuestró el celular, pero no quedó detenido.

Este domingo, Día del Bombero Voluntario, cuarteles de toda la región expresaron su dolor por el crimen: manifestaron su “profundo pésame por la reciente pérdida de un miembro del Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Capitán Bermúdez” y se solidarizaron “con sus compañeros, familiares y seres queridos en este difícil momento”.