Un joven de 25 años identificado como Gabriel Agustín Díaz fue condenado a seis años de prisión por su participación en una balacera cometida en enero de 2023 en una vivienda de Venado Tuerto. Además, la pena incluye su responsabilidad por haber enviado mensajes intimidatorios vía WhatsApp a una persona bajo el programa de protección de testigos. En esos mensajes, también amenazó al intendente de Venado Tuerto, Leonel Chiarella; al exsenador por el departamento General López Lisandro Enrico, y a la fiscal de Melincué Susana Pepino.
La sentencia fue resuelta por el juez Mauricio Clavero en un juicio abreviado que se desarrolló este jueves en los tribunales venadenses. El fiscal Damián Cassullo representó al Ministerio Público de la Acusación en la audiencia.
El ataque a tiros ocurrió el domingo 8 de enero de 2023, alrededor de las 4 de la mañana. Según explicó el fiscal, Díaz y otros dos hombres planificaron el atentado y dispararon al menos diez veces desde una moto contra una casa. Luego se dieron a la fuga.
Cuatro días antes, el miércoles 4 de enero, Díaz había enviado mensajes amenazantes a un vecino de Venado Tuerto. “En una de esas comunicaciones insinuó que también iba a hacerles daño a los tres funcionarios del sur provincial”, señaló Cassullo. “Infundió temor a quien le escribió –agregó–; le aseguró que sabía quién era y dónde vivía, y le envió fotos y videos de su casa”.
El fiscal también precisó que Díaz le pidió a la víctima que informara a los funcionarios públicos que las amenazas eran de parte de “la banda de los Novelino”, en referencia al transa venadense Mauro Nahuel Novelino, conocido por haber iniciado su carrera criminal como ladrón de poca monta y convertirse luego en un violento referente de la venta de drogas –al estilo de los criminales rosarinos– al calor de sus os dentro de las cárceles provinciales y federales, donde mantenía o con el exterior.
Claro que esa firma era una pista falsa, un escrache a Novelino. Según trascendió, Díaz oficiaba de soldadito de Matías Ernesto “Bicho” Álvarez, otro exponente de la criminalidad más violenta del departamento General López, quien este año fue condenado a prisión perpetua por el crimen de una mujer en Firmat y extorsiones.
Ese mismo 4 de enero, el intendente Chiarella radicó la denuncia que originó la investigación, tras haber recibido una nota anónima en la que se lo alertaba de lo sucedido. Allí figuraban las palabras de Díaz y el autor detallaba que tanto el texto como las fotos y videos habían sido borrados rápidamente por el emisor.
Una de las pruebas clave para vincular a Díaz con los hechos fue un cotejo de voz entre audios enviados desde el teléfono celular secuestrado al acusado y registros de su voz en audiencias judiciales. Según precisó el fiscal, el análisis arrojó un 77% de compatibilidad entre ambas muestras.
Díaz reconoció expresamente su responsabilidad penal como autor de amenazas simples anónimas; amenazas coactivas anónimas agravadas; amenazas coactivas agravadas y portación indebida de arma de fuego. También itió ser coautor de amenazas calificadas y daños.
Tanto el acusado como su defensa aceptaron la atribución delictiva, el monto y el modo de cumplimiento de la pena, así como la modalidad de juicio abreviado.