La inversión en criptomonedas en Argentina siguió avanzando el último año. Desde el pico de operaciones registrado en 2023, bajo el contexto económico más delicado de los últimos años, la industria muestra números que entusiasman.
El país lidera la región en términos de s activos y valor cripto operado, con un "colchón" de u$s91.100 millones. Pero el inversor argentino "post cepo" cambió.
Una encuesta de Bitget muestra que la adopción cripto en el país evolucionó hacia un enfoque más estratégico, priorizando la diversificación y el análisis.
Los inversores más experimentados y con visión de largo plazo están adoptando las criptomonedas no solo con fines especulativos, sino como un activo estratégico dentro de sus carteras. Esto marca un cambio en la percepción y el uso.
Así, dejaron de ser solo una forma de saltar el cepo, levantado recientemente: ahora se privilegia la inversión a futuro. Por ello, no sorprende que Bitcoin sea la cripto preferida: uno de cada tres argentinos posee el activo en su cartera.
El estudio señala otro dato curioso: mientras que en otros países de la región el principal motivo de adopción es la inflación, en Argentina la diversificación de cartera es la razón más mencionada, contrario a lo que pasaba dos años atrás.
"La alta inflación, restricciones cambiarias y necesidad de proteger el valor del dinero impulsaron una adopción temprana y un mayor grado de involucramiento, investigación y diversificación", coinciden los expertos.
Tema regulación
La gran pregunta que se hace la comunidad es si la regulación puede fomentar la adopción cripto a largo plazo o alejar a nuevos inversores. La más importante es el registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) de la CNV.
"La regulación favorece la institucionalización. Para lograr el desarrollo de la criptoeconomía resulta indispensable contar con un marco normativo claro e inteligente", reconocen empresarios del sector.
Para varios expertos, existen "muchas señales de que los avances regulatorios aumentan los niveles de adopción entre personas y empresas", ya que "reducen la fricción". Y anticipan que con las mejoras normativas "caen los fantasmas del financiamiento al terrorismo o el lavado de dinero, lo que ayuda a tener un marco más favorable y claro".
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