Andréi Portnov, exasesor del expresidente ucraniano Víktor Yanukóvich, fue asesinado de seis disparos por la espalda tras dejar a sus hijas en el exclusivo Colegio Americano de Pozuelo de Alarcón (Madrid), en un crimen cuya motivación aún se investiga y que podría estar vinculado a su apoyo a Rusia.
La Policía Nacional española continúa buscando al autor o autores del tiroteo, que se dieron a la fuga después de dispararle por la espalda y en la cabeza a las 9.15 de la mañana de este miércoles.
Portnov, ucraniano de 52 años, se disponía a entrar en su vehículo, un Mercedes negro de alta gama estacionado, tras dejar a sus hijas en clase. Antes de abrir la puerta, y sin tiempo de reaccionar, fue acribillado hasta la muerte. Su cuerpo fue hallado poco después por una persona que alertó a la Policía.

Los autores del crimen escaparon hacia la Casa de Campo, una extensa zona boscosa que conecta Madrid con Pozuelo de Alarcón –una exclusiva área residencial al noroeste de la capital–, y hasta el momento no fueron arrestados, pese al amplio operativo policial desplegado, con apoyo de helicópteros y drones de vigilancia.
Portnov contaba con un permiso de residencia temporal en España por circunstancias excepcionales desde hacía un año, según informaron a la agencia EFE fuentes cercanas a la investigación.
En la mira de Occidente
Portnov, abogado y político, fue jefe de la istración del expresidente Víktor Yanukóvich, el mandatario prorruso que cayó tras la llamada revolución –o golpe de Estado, según la interpretación– del Maidán.
Fue uno de los principales actores en la respuesta del Gobierno de Yanukóvich a la crisis ucraniana iniciada a fines de 2013 y estuvo investigado por apropiación indebida de fondos públicos y violaciones a los derechos humanos.
Por estos antecedentes, figuró en una lista negra de la Unión Europea y fue investigado por el servicio secreto de Ucrania debido a su cercanía con Rusia. El Tribunal General de la UE terminó levantando el embargo sobre sus bienes, y fue exonerado en distintas causas en su país, aunque en 2021 Estados Unidos le impuso sanciones por “acusaciones creíbles” de utilizar su influencia para corromper al Poder Judicial y “socavar los esfuerzos de reforma” en Ucrania.
#SUMMA112 confirma el fallecimiento de un varón con heridas por arma de fuego en #PozueloDeAlarcón.
— 112 Comunidad de Madrid (@112cmadrid) May 21, 2025
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Según reporta el medio RT –alineado con el Kremlin–, Portnov regresó a Ucrania en 2019 para apoyar al entonces candidato presidencial Volodímir Zelenski. Tras la victoria electoral de este, presentó denuncias judiciales contra el presidente saliente, Petró Poroshenko, por presuntos delitos cometidos durante su mandato. Ninguna de esas causas prosperó.
Abandonó nuevamente Ucrania en junio de 2022. En ese momento, medios locales lo señalaban como aliado de canales “prorrusos” clausurados por el gobierno de Zelenski, y lo acusaban de minimizar la naturaleza de los hechos de 2014, según cita RT.
Portnov figura en Mirotvórets, una polémica base de datos pública de origen semioficial que cataloga a personas consideradas enemigas de Ucrania, desde al menos 2015. Varias personas incluidas en esa lista fueron asesinadas desde su creación.
Por el momento, todas las hipótesis sobre el móvil del crimen permanecen abiertas, y no se descarta ninguna línea de investigación.
Ejecuciones en España
Desde la invasión –según el Kremlin, "operación militar especial"– lanzada por Rusia en febrero de 2022, se han producido en España varios hechos criminales de alto impacto mediático vinculados a ciudadanos rusos y ucranianos, en un país con importante presencia de expatriados de ambas nacionalidades.
Ese año se enviaron seis cartas bomba a distintos objetivos, incluyendo al presidente Pedro Sánchez, las embajadas de Ucrania y Estados Unidos, y sedes gubernamentales. Un funcionario español jubilado, cuyas búsquedas en redes sugerían simpatías por Rusia, fue encarcelado por estos hechos.
También en 2022, el empresario ruso Serguéi Protoseniu –exdirectivo de la gasífera Novatek– apareció muerto junto a su esposa e hija, ambas con heridas de arma blanca, en un caso catalogado como suicidio. Ese mismo año, al menos cinco empresarios vinculados a la industria del gas en Rusia murieron en circunstancias sospechosas, tanto en su país como en el exterior.
Más recientemente, en febrero de 2024, un piloto ruso que había desertado con su helicóptero hacia Ucrania fue hallado asesinado a balazos en el estacionamiento de su edificio en Alicante. Según medios internacionales alineados a occidente, el crimen fue atribuido a sicarios rusos.