La salida de Esteban Borgonovo del Ministerio de Gobierno de la provincia era la noticia más sabida de la política provincial, pero sorprendió al gobernador Perotti, a quien se le volvió inesperado lo esperado.

Desde que anunció que en algún momento impreciso haría cambios de gabinete, Perotti puso todo su equipo en el ojo de la tormenta. No hay charla política en la que no se pregunte por el futuro de tal o cual ministro. Una verdadera picadora de nombres, eso sin descontar el efecto “bomba de profundidad” entre funcionarios de segundas, terceras y cuartas líneas. Voces intrigantes dibujan nombres como si estuvieran en la cabeza del gobernador y mueven alfiles como si fueran Kasparov.

El paso del tiempo, además de los nombres, mete en el torbellino la propia estructura institucional del gabinete. ¿Vale la pena mantener un súper ministerio de Infraestructura donde converjan Vivienda, Obras Públicas, Obras Hídricas, entre otras áreas; o hay que dinamizarla con una cartera de Obras Públicas como fue hasta diciembre pasado? ¿El Ministerio que dejó Borgonovo lo ocupará otro ministro o será absorbido por el de Gestión Pública?

La renuncia

Hacía tiempo que Borgonovo se sentía destratado y, fundamentalmente, ignorado. En público lo explicó lo más diplomáticamente que pudo. “No se puede ser el ministro político si no se tiene el respaldo del gobernador”. 

Al día siguiente, durante la recorrida por una fábrica de electrodomésticos, Perotti dejó flotando un reproche cuando respondió, sin ocultar fastidio, sobre la renuncia: "Como en cualquier empresa o institución, hay que tener la gente más capacitada al frente de la tarea. Y hay también acá ciclos cumplidos".

Perotti y Borgonovo llevaban más de 20 días sin hablar. Y mientras tanto en la cúpula del gobierno se sucedían reuniones de la que el ministro no era participado. Primero comentó la decisión con la vicegobernadora Alejandra Rodenas y un puñado de senadores, y de ahí se fue a ver al gobernador.

A pesar de que Perotti tenía resuelto remover a Borgonovo, la renuncia lo sorprendió. Le pidió que se quedara hasta finales de diciembre. Borgonovo le dijo que el paso al costado era irrevocable. Fuentes del gobierno describieron una conversación tensa, en la que se dijeron lo que dio para decirse, ambos disconformes con el otro. 

En toda esa escena hay un detalle en el que reparar. ¿Por qué Perotti le pediría al ministro saliente que se quedara hasta finales de diciembre? ¿Es esa la fecha prevista para los cambios de gabinete? ¿Dos meses después del anuncio? ¿Están condicionados al resultado legislativo del Presupuesto 2021 y el Plan de Conectividad">renuncia de María Eugenia Bielsa en el gabinete de Alberto Fernández. Al margen de las motivaciones que provocaron ese desenlace, habrá que esperar para saber si la ex ministra se va a “su casa” como en 2012; si acepta ser la embajadora ante la Unesco; o si será la referente de una fracción del peronismo santafesino y, potencialmente, candidata en las elecciones del año próximo.