La llamada "Covid persistente" es una enfermedad reconocida oficialmente por la Organización Mundial de la Salud, y alude a un conjunto de síntomas que se mantienen durante meses luego de superar la fase aguda de una infección por coronavirus. La patología preocupa a nivel mundial ya que muchas personas la han manifestado con síntomas como problemas respiratorios, fatiga e incluso alteraciones cognitivas.

Un reciente estudio publicado en Nature Genetics identificó la primera asociación genética significativa a nivel de todo el genoma para Covid persistente. Se localiza en el gen FOXP4. El análisis se ha realizado con datos de la cohorte COVICAT y GCAT, coordinada por el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP), y también han colaborado el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), ambas instituciones españolas.

Un estudio de más de 6000 personas

Con 6450 personas diagnosticadas con Covid persistente y más de un millón de controles de 16 países, los resultados de la investigación sugieren que la relación entre el gen FOXP4 y la Covid persistente está estrechamente vinculada a la función pulmonar y la respuesta inmunitaria frente a las infecciones. 

Además, los investigadores encontraron una fuerte relación entre los casos graves de Covid y el desarrollo de Covid persistente.

Ante la pregunta de si todas las variantes genéticas que aumentan el riesgo de sufrir Covid grave también incrementan el riesgo de Covid persistente, los científicos sostienen que no es necesario. De hecho, el estudio dio cuenta que, aunque la mayoría de las variantes genéticas afectan a la respuesta al virus o a la gravedad de la enfermedad, las relacionadas con el gen FOXP4 parecen tener un papel más destacado en el desarrollo de la Covid persistente. Esto señala factores biológicos clave vinculados a la salud pulmonar y la respuesta del sistema inmunitario.

Los autores destacaron que “los resultados permitirán categorizar mejor los factores de riesgo de la Covid persistente, una condición compleja moldeada tanto por factores de riesgo (la gravedad de la enfermedad, enfermedades crónicas u obesidad) como por factores protectores, como la vacunación, el descanso o el ejercicio físico”.

“Todos ellos influyen en la persistencia de los síntomas y su variabilidad, incluyendo diferencias por sexo. Su análisis en estudios futuros ayudará a definir subtipos y avanzar hacia estrategias personalizadas de prevención y tratamiento”, añadieron.

De este modo, la Covid persistente sigue siendo una enfermedad compleja con síntomas muy variados. Aunque se necesita más investigación para comprender sus mecanismos, este estudio aporta evidencia genética sobre el papel fundamental que la salud pulmonar podría tener en su evolución.

Fuente: SINC.