La victoria oficialista en las legislativas de la Ciudad de Buenos Aires, con la figura de Manuel Adorni como símbolo de consolidación del mileísmo duro, no solo funcionó como test electoral sino como habilitación política para avanzar con una nueva fase del programa económico. Y los primeros movimientos ya están sobre la mesa.

Dólares “sin culpa”: se viene la amnistía verde

Uno de los principales anuncios esperados para esta semana es la reglamentación del mecanismo que permitirá utilizar dólares sin tener que justificar su origen. La medida —que fue definida como “una amnistía sin blanqueo”— apunta a facilitar el uso de los casi USD 200.000 millones que el FMI estima están fuera del sistema.

Según fuentes oficiales, quienes posean dólares no declarados podrán usarlos para comprar inmuebles, invertir en fondos, hacer transferencias y más, sin que intervenga la Unidad de Información Financiera (UIF) ni se dispare automáticamente ninguna investigación. No se trata de un perdón tributario formal, sino de la habilitación tácita para que esos dólares entren al circuito económico sin castigo.

Un Banco Central que deja de ser el villano

Otra de las piezas centrales del nuevo tablero económico será la redefinición del rol del Banco Central. Tras un período de intervención quirúrgica —principalmente vía futuros y esterilización—, el equipo económico prepara una nueva normativa que limitará el margen de acción del BCRA en materia de emisión, financiamiento y política monetaria.

En paralelo, el Tesoro avanzará con mayor protagonismo en el manejo financiero, en línea con lo sugerido por Federico Sturzenegger: “Si el déficit está bajo control, el BCRA ya no tiene razón para meterse donde no debe”.

Wall Street aplaude, pero Moody’s advierte

El clima a favor del gobierno también se hizo sentir en los mercados: las acciones argentinas subieron, los bonos repuntaron y el riesgo país perforó los 640 puntos, un nivel que no se veía desde principios de año. La tregua comercial entre EE.UU. y China también aportó al entusiasmo global.

Sin embargo, no todo es euforia. La calificadora Moody’s publicó un informe donde advirtió que, si bien el ajuste fiscal avanza, la deuda pública argentina sigue siendo elevada en términos de riesgo estructural. El peso creciente de los pasivos en dólares, junto con la carga de intereses en el corto plazo, todavía generan dudas sobre la sostenibilidad.

Otro de los temas son las inundaciones del fin de semana en el conurbano y el norte de la provincia de Buenos Aires es otra de las cuestiones a resolver, con importantes pérdidas para mucha gente y para una importante área productiva, con silobolsas y campos sin cosechar bajo agua. 

La clave: ¿viene luna de miel o nueva fase de tensiones?

El mercado argentino la semana pasada pareció estar en un compás de espera, una suerte de “wait to see”. La pregunta que ronda a traders, bancos y empresarios es si el resultado electoral abre una luna de miel prolongada para el gobierno, o si, por el contrario, marca el inicio de una etapa de mayor presión para convertir las promesas en hechos concretos.

Esta semana será clave para ese veredicto: se espera la confirmación oficial del régimen para dólares no declarados, señales sobre la nueva carta orgánica del BCRA y movimientos en la arena legislativa en torno al paquete fiscal.

La economía entra en una nueva fase, y los reflectores ya se ponen en las urnas bonaerenses y a nivel nacional de cara a octubre. Pero desde hoy el foco estará en las nuevas medidas económicas y en la reacción de los mercados.